Los espuelas óseas, también llamadas osteófitos, suelen aparecer a lo largo de los bordes de los huesos. Se pueden desarrollar en cualquier hueso, pero se encuentran principalmente en las articulaciones donde dos o más huesos se encuentran. Los espuelas óseas también se forman cuando los ligamentos, tendones o músculos se unen al hueso.
Espuelas óseas son causadas cuando los huesos se frotan juntos durante mucho tiempo, y es este estrés continuo que desencadena el desarrollo de esta dolorosa condición. Esto podría ser debido a la inflamación como tendinitis y osteoartritis. El hueso espuela en los pies es causado por una condición llamada fascitis plantar, que es cuando el tejido conectivo en la parte inferior del pie, en el lugar donde se une al hueso del talón, se inflama.
Los síntomas no siempre se producen con espolones óseos, por lo que hay muchas personas que los tienen, pero no son conscientes de que tienen espolones óseos. Sin embargo, si los esputos óseos rozan los tejidos blandos o los huesos, pueden causar que el movimiento normal en una articulación sea extremadamente doloroso o totalmente perdido. Estos tipos de espolones óseos son más comunes en las rodillas, hombros, caderas y pies. Es posible que tenga espolones óseos si experimenta un aumento del dolor en sus articulaciones o no puede caminar cómodamente, y debe consultar a su médico lo antes posible.
Los medicamentos antiinflamatorios son normalmente utilizados por primera vez en el tratamiento de espuelas óseas, para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada con esta condición. La terapia física en forma de tratamientos de ultrasonido, masajes, ejercicios de estiramiento, así como paquetes de frío, también podría ser recomendada.
Una inyección en la articulación afectada, con un esteroide como la cortisona, también se utiliza en algunos casos, para aliviar el dolor de espuelas óseas. Medicamentos de venta libre también se pueden utilizar para aliviar el dolor asociado con la condición.
En los casos en que el estímulo afecta el pie o el talón, su médico podría recomendar dispositivos médicos llamados ortóticos, como insertos o almohadillas especiales para zapatos, para eliminar la presión del área afectada.
Si ninguno de los tratamientos anteriores ayuda con los síntomas de espuelas óseas en los pies, entonces la cirugía podría ser considerada. La cirugía podría ser simplemente para eliminar los espuelas óseas, pero hay casos en que esta eliminación de las espuelas podría ser parte de un procedimiento quirúrgico de mayor tamaño, como la articulación de reemplazo.
Dado que ha habido un montón de avances recientes en los medicamentos para espuelas óseas, el pronóstico para su tratamiento es muy positivo. Además de esto, los procedimientos quirúrgicos más modernos y menos invasivos significan que el paciente se recupera más rápido y puede volver a las actividades normales antes.
Dado que normalmente son el resultado de la artritis, no hay una forma particular en la que se pueden prevenir espuelas óseas. Sin embargo, los síntomas pueden reducirse significativamente con ejercicio regular y buenos hábitos alimenticios. Mantener un peso saludable reducirá la carga en las articulaciones, y también puede ayudar a prevenir espuelas dolorosas de hueso de desarrollo.